Clasificación y comentarios |
- Estonia. Tanel Padar y Dave Benton, apoyados vocalmente por el grupo 2XL (Lauri Pihlap, Kaido Põldma, Sergei Morgun e Indrek Soom) interpretaron Everybody, un tema pop que se convierte en una invitación a la fiesta, con el dúo cantando que “cada noche es una noche de viernes”. 198 puntos les catapultaron hasta la victoria.
- Dinamarca. Diez canciones se sometieron en la final nacional a una fórmula mixta de votación (jurado 20% y televoto 80%) en la que ganó de manera contundente el grupo Rollo & King (Søren Poppe y Stefan Nielsen; para la ocasión se les unió Signe Svendsen y Jarno Varsted) con Der står et billede af dig på mit bord (Hay un retrato tuyo en mi escritorio). En el festival pasaron el tema al inglés: Never ever let you go (Nunca jamás te dejaré marchar), sobre las nostalgias mutuas de dos enamorados que desean volver a estar juntos tras una ruptura. Quedaron en segunda posición con 177 puntos.
- Grecia. El dúo Antique (Helena Paparizou y Nikos Panagiotidis), tras ganar una reñidísima final nacional, interpretó, con las estrofas en griego y el estribillo en inglés, Die for you (Moriría por ti), un tema pop internacional con raíces de folclore griego nos lleva una vez más a una intensa declaración de amor. Sumaron 147 puntos (3ª posición). Grabaron versiones íntegras en griego e inglés.
- Francia. La designación recayó en la joven canadiense Natasha St-Pier con Je n’ai que mon âme (Sólo tengo mi alma), una potente balada sobre el enfriamiento de la pasión desde la visión de una mujer, y cómo hacer frente a ello, aunque la amante es consciente que en cuestiones del amor todo tiene que seguir su curso, pero luchará con todas sus fuerzas para recuperar esa pasión perdida con sus únicas armas. Con 142 puntos se colocó en cuarta posición.
- Suecia. La final nacional, con diez canciones y con la decisión en manos de once jurados regionales y del televoto al 50%, tuvo como canción favorita de los jurados y de los espectadores a Lyssna till ditt hjärta del grupo Friends (Nina Inhammar, Kim Kärnfalk, Stefan Brunzell, Tony Haglund y Kristian Hermanson). La canción fue versionada al inglés para su presentación en el Festival con el título Listen to your heartbeat (Escucha el latido de tu corazón), un schlager que habla de una relación amorosa truncada pero centrándose en la fuerza de los sentimientos para salir adelante. Alcanzaron 100 puntos y la 5ª plaza.
- España. La gala Eurocanción usó una fórmula mixta para elegir la canción (75%+25%), de entre veinte canciones Dile que la quiero de David Civera. Es un tema pop latino, una canción alegre y de puesta en escena vistosa que trata los asuntos de amor. Estuvo acompañado por un coro de tres voces femeninas (Belinda Sánchez, Eva Gomariz y Susana Ribalta) y por dos bailarinas ucranianas (Irina Grusza y Irina Riatchancheva). Sumó 76 puntos y ocupó la sexta posición, que no se ha conseguido mejorar hasta la actualidad.
- Eslovenia. La selección nacional (Ema) tuvo dos galas, veintidós canciones y una fórmula mixta de jurado y televoto se decantó por Nuša Derenda con el tema Ne, ni res (No, no es verdad), convertido al inglés en Energy, sobre la energía que genera el sentimiento del amor no correspondido. Quedó en séptimo lugar con 70 puntos.
- Alemania. La final nacional, con doce canciones, la mitad de las cuales fueron interpretadas en inglés, y decisión en manos del televoto, vio la victoria de Michelle cantando íntegramente en alemán Wer Liebe lebt (Quien vive el amor), una envolvente y melodiosa balada sobre el poder del amor. Michele defendió la canción en alemán y en inglés (sólo al final), aunque también la grabó íntegramente en inglés (To live for love). Sumó 66 puntos y quedó en 8º lugar.
- Malta. Fabrizio Faniello, tras pasar por una final nacional con 16 canciones, llevó al eurofestival Another summer night (Otra noche de verano), un tema pop latino que describe una idílica noche de verano introducida por una guitarra española. 48 puntos le dejaron 9º.
- Croacia. La final nacional (Dora), cuya decisión dependió de una fórmula mixta que incluía los votos de cinco jurados regionales, televoto de cuatro regiones, jurado experto y votación por internet y con veinte canciones en competición, dio la victoria a Vanna (Ivana Ranilović-Vrdoljak) que defendió Strune ljubavi en serbocroata e inglés. En el festival fue íntegramente en inglés, Strings of my heart (Las cuerdas de mi corazón), una balada con mucho violín sobre las súplicas amorosas de una mujer a su amado. Sumó 42 puntos y ocupó la 10ª posición.
- Turquía. La final nacional, con diez canciones y un jurado experto de 11 personas, dio el triunfo a Sedat Yüce con la canción Sevgiliye son (El final del amor), una balada con piano acerca del desamor, la soledad, los recuerdos y los deseos de reencuentro. Recibió 41 puntos y ocupó la 11ª posición. Versionó su tema al inglés (Goodbye my love).
- Rusia. El grupo Mumiy Troll (Ilia Lagutenko, Eugene “Sdwig” Zvidionny, Oleg Pungin y Yuri Tsaler) interpretó Lady Alpine Blue (Dama de azul alpino), tema rockapop de letra inusual y misteriosa, pero, obviamente, una canción de amor dedicada a la misteriosa “Lady Alpine Blue”. Recibieron 37 puntos y ocuparon la 12ª posición. Hubo versión en ruso (Обещание).
- Lituania. El grupo Skamp (Erika Quinn Jennings, Viktoras Vee Diawara y Vilius Alesius), previa final nacional con 15 canciones y una combinación de jurado (50%), televoto (25%) y público asistente (25%), interpretó You got style (Tienes estilo), en un inglés muy coloquial que incluye un fragmento rapeado en lituano y breves frases en alemán y en francés, habla de la atracción que ejerce un joven guapo muy fashion sobre una chica que anda alucinada con él, aunque a ella le cabe la duda de que, una vez juntos, descubra que no es tanto como parecía. Según aclararon en la rueda de prensa previa al festival, la canción encerraba un significado crítico social al hacer, por lo visto, una sátira del mundo frívolo de la moda. Dicen que con ellos llegó el hip-hop ex-soviético a Eurovisión. Al final, 13º con 35 puntos.
- Bosnia-Herzegovina. La final nacional contó con 19 canciones y un jurado de ocho personas decidió la victoria de Nino Pršeš con la canción Hano, una súplica de amor, en forma de misteriosa balada de fondo oriental, hacia una muchacha (el nombre de Hano parece ser un apelativo familiar de Hana o Ana) que se muestra esquiva. Conisiguió con 29 puntos el puesto 14.
- Reino Unido. Lindsay Dracass, previa final nacional con 8 canciones y televoto, presentó No dream impossible (No hay sueño imposible), una canción pop-dance que funde, en la parte instrumental, los sonidos clásicos del violonchelo con los modernos del teclado electrónico, y en la parte vocal, el canto tradicional (con alguna nota muy aguda no apta para muchos cantantes) junto al rap. El texto habla de la perseverancia necesaria en la conquista de los sueños: con fuerza y fe se puede sobrevivir en la lucha por la vida y alcanzar las metas más difíciles. Con 28 puntos logró el décimoquinto puesto.
- Israel. Tal Sondak, seleccionado en la final nacional por tres jurados regionales, un jurado experto y por el televoto, interpretó Ein davar (No importa), una invitación a la calma, a restar importancia a los problemas que nublan el ánimo y provocan lágrimas de tristeza e impotencia. Con 25 puntos ocupó la 16ª posición.
- Portugal. El dúo MTM (Marco Quelhas y Tony Jackson) presentaron Só sei ser feliz assim (Sólo así puedo ser feliz), canción influenciada por la música urbana, con el dúo cantando a sus enamoradas que sólo con ellas pueden ser verdaderamente felices. 18 puntos les dejaron en el puesto 17. Grabaron versión en inglés (The only way).
- Holanda. En la final nacional, con ocho canciones y el criterio de tres jurados (uno de artistas, otro de compositores y otro de la industria musical) y el televoto, al 50%, triunfó Michelle Courtens con Out on my own (Por mí misma), balada que habla de libertad e independencia, de hacer las cosas por uno mismo sin tener en cuenta factores externos, de asumir el control de la propia vida. Resultado: 16 puntos y la 18ª posición.
- Letonia. En el Eirodziesma se dieron cita diez canciones que se sometieron al criterio de un jurado experto (80%) y del televoto (20%), venciendo Arnis Mednis con Too much (Demasiado), canción que el propio autor definió como una broma, refiere en clave de humor las andanzas de un joven en la víspera y en la noche siguiente a su boda. Empató con Holanda en la 18ª plaza.
- Polonia. La designación interna recayó en Piasek (Andrzej Piaseczny) con el tema 2 long (Demasiado tiempo), un tema pop uptempo con influencias de la música urbana que describe la figura de un impostor en el amor, alguien que reconoce sus errores y pide otra oportunidad. Con 11 puntos ocupó el puesto 20. Hubo versión en polaco (Z kimś takim…).
- Irlanda. La final nacional contó con siete canciones y televoto, pero traducido en formato 1-12 puntos por regiones, correspondiendo la victoria a Gary O’Shaughnessy con Without your love (Sin tu amor), una balada con convencionales y tópicos asuntos de amor. Sumó 6 puntos y ocupó la peor posición hasta entonces de la trayectoria del país heptacampeón, un 21º puesto.
- Islandia. La final nacional contó con ocho canciones, todas en islandés, y el televoto decidió que la canción ganadora fuera Birta del dúo Kristján Gíslason y Gunnar Ólafsson. Para el fetival, cambiaron de nombre, Two Tricky y de idioma, Angel, un tema rock de ritmo suave donde un joven se dirige a Cupido para que le dispare al centro de su corazón y le enseñe el camino más corto hacia su amada, considerada La Reina de Corazones. Con 3 puntos de dos países escandinavos se quedó en la 22ª y última posición y se convirtió en el segundo farolillo rojo de la TV islandesa, esta vez, en empate con otro escandinavo, Noruega.
- Noruega. La final nacional contó con 12 canciones, todas en inglés, y una fórmula mixta de votación (televoto regional más jurado de expertos), llevándose la victoria Haldor Lægreid. On my own (Solo) es una balada que canta la soledad del que ha perdido a su pareja y trata de recuperar el tono vital y de ir en busca de su propio paraíso. 3 puntos llegados desde Portugal salvaron a Noruega del cero, pero no del que fue su noveno farolillo rojo.
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