Clasificación y comentarios |
- Irlanda. Dana fue la última en presentar su canción sobre el escenario. Su actuación se recuerda como una de las más entrañables por su sencillez, elegancia y calidez. La delegación irlandesa decidió no llevar director de orquesta y delegó su confianza en Dolf van der Linden (el mismo que dirigió a la ganadora holandesa de 1957). All kinds of everything (Todas las cosas) es una balada en la que Dana canta en primera persona sobre las cosas que le recuerdan a su amado, admitiendo al final de cada verso que “todo tipo de cosas me recuerdan a ti” (“all kinds of everything remind me of you”).
- Reino Unido. Mary Hopkin fue la elegida por la BBC y en una final nacional el 7 de marzo cantó 6 canciones para elegir Knock, knock, who’s there (Toc, toc, ¿quién está ahí?) como la canción británica. Expresa optimismo sostenido durante mucho tiempo ante la perspectiva de que el amor finalmente la encontrará. En el punto exacto en el que el optimismo se ha desvanecido y se ha resignado a no encontrar el amor, oye un “toc, toc”, que significa que el amor finalmente es alcanzable para ella.
- Alemania. Katja Ebstein nació en Girlachsdorf, Breslau (09/03/1945), actual Wroclaw (Polonia) justo en un momento demoledor para esa ciudad por causa de la 2ª guerra mundial. Estudiante de arqueología, vivió la época hippy y la rebeldía del movimiento universitario que desembocó en el “junio del 67” alemán, antesala del “mayo del 68” francés. Al festival de Eurovisión llega de la mano de Bruhn (compositor de Zwei kleine italiener con la que Cornelia Froboess obtuvo el 6º puesto para Alemania en 1962). Wunder gist es inmer wieder (Siempre hay algún milagro) es una canción positiva, con Ebstein comentando que de nada sirve quejarse si uno es infeliz y sin amor, porque los milagros pasan constantemente y eventualmente uno le sucederá a cualquiera.
- Suiza. Suiza presentó una sorprendente apología del adulterio, el cual era para la moral de la época un pecado y para el derecho un delito. La canción escondía bajo su aspecto cómico y burlesco una buena dosis de sarcasmo. Compuso la letra y música de Retour (Regreso) el propio intérprete, Henri Dès, que actuó en segundo lugar y con un aspecto muy serio fue relatando sus correrías por Italia e Inglaterra en busca de aventuras amorosas, y todo ello, hablándole a la esposa y diciéndole que el amor entre ambos saldría fortalecido de sus correrías; de vez en cuando se doblaba como haciendo reverencias, al son de sus pa-pa-pa-pa propios de canción infantil.
- Francia. Guy Bonnet hizo su entrada para sentarse al piano de donde no se movería hasta finalizar la actuación para saludar al público. Durante todo el tema Guy canta acompañado del piano y sin ningún apoyo vocal por parte de coristas. Él mismo compuso la canción, y en las labores de dirección se encontraba Franck Pourcel, quien ha intervenido en Eurovisión desde 1956 hasta 1972 en numerosas ocasiones. Marie-Blanche es una balada cantando sobre la maravilla del mundo cuando el personaje principal (su amada) está con él. También grabó la canción en italiano.
- España. Julio Iglesias saltó al escenario a defender una canción obra de su puño y letra y además, parece ser, basada en un episodio amoroso de su vida. Cantó acompañado de un coro de tres chicas, conocidas como el trío La La La y que además de lo evidente, también estuvieron en Eurovisión cantando para Karina en 1971 y para José Vélez en 1978. Gwendolyne es un tema de corte tranquilo y sencillo, interpretado con mucho sentimiento y gesticulación para expresar una nostalgia imborrable por el amor que ya se fue, pero que aún llena todos los momentos de su vida, y todos los huecos de su memoria.
- Holanda. Como de forma oficial no podían presentarse conjuntos, se rebautizó al grupo como Patricia and the Hearts of Soul, por lo que actuaron como una solista con dos coristas más retrasadas en escena. Waterman (Acurario) es una canción sobre las virtudes para el amor de dicho signo del zodiaco, con una extraña mezcla de balada, soul y samba.
- Italia. Gianni Morandi actuó gesticulante pero estático, luciendo diferentes matices de su voz. Vestido con traje chaqueta oscura, aparecía en los planos generales del escenario en un lado. Occhi di ragazza (Ojos de chiquilla) es una balada, con Morandi reflexionando sobre el poder de los ojos de su amada. Inicialmente, los describe como ventanas hacia su alma y lugares donde puede ver su futuro. La canción termina, sin embargo, con una nota pesimista, pues él explica que estos mismos ojos un día se llenan de lágrimas cuando termina su relación.
- Bélgica. Jean Vallée ya había competido en varios festivales: en 1966 ganó el primer premio en Spa con ́Sur les quais y el premio de la prensa en Knokke, en 1967 representó a Bélgica en el Festival de Río y en 1969 pudo al fin grabar su primer álbum. Viens l’oublier (Vamos a olvidarlo) habla desde la perspectiva de un hombre que está aconsejando a una mujer olvidar a su antiguo novio porque él la hirió. No está claro a partir de la letra si el cantante quiere comenzar una relación con dicha mujer.
- Mónaco. Es el turno de la canción Marlène. De Henri Dijan, el autor de las canciones francesas de 1968 (La source) y 1971 (Un jardin sur la terre), es este cálido e irónico homenaje a la mítica figura de Marlène Dietrich, al que puso música el que también sería director de la orquesta en Amsterdam, Jimmy Walter. Para ponerle voz la TV monegasca designó a la cantante francesa Dominique Dussault, cuya imagen en escena se avenía como anillo al dedo a la protagonista de la canción, la chica poco agraciada que quiere ser como su diva Marlène.
- Yugoslavia. Eva Sršen participó en Eurovisión con sólo 18 años con la canción Pridi, dala ti bom cvet (Ven, que te daré la flor), que defendió en esloveno. Se dedicó a ser profesora de música. Participó también en la preselección yugoslava de 1974. La canción utiliza la metáfora de las “flores”, describiendo que ella es la flor “que nadie puede alcanzar excepto tú”, pero el “tú”, implica a su amor secreto.
- Luxemburgo. El único cero que se ha llevado Luxemburgo en sus 38 participaciones data de 1970. De nada sirvió la alianza de tres grandes nombres que buscó la TV luxemburguesa: el del popular intérprete David Alexandre Winter, el del director de orquesta Raymond Lefèvre y el del escritor Eddy Marney, que un año antes se llevó el primer premio como autor de Un jour, un enfant. David Alexandre Winter (holandés), hizo una enfática interpretación de un vals titulado Je suis tombé du ciel (Me caí del cielo) que viene a decir “yo vivía en las nubes hasta que te conocí y me enamoré”, y que al final de la noche completó inesperadamente su título “Je suis tombé au fond”. Ironías eurovisivas.
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