Clasificación y comentarios |
- Mónaco. Joasine Grizeau, que así se llamaba Séverine, defendió la canción Un banc, un arbre, une rue (Un banco, un árbol, una calle) con un tono de voz estentóreo, recreándose sobre el constante coro que emulaba la melodía del estribillo. Séverine supo sacarle partido a una canción que, por comenzar por el estribillo y por tanto mostraba su artillería pesada desde los primeros compases, corría el riesgo de resultar monótona antes de concluir. La canción es la síntesis de tres conceptos que resumen la añoranza de tiempos pasados, el avatar de la vida y la melancolía por un ser humano mejor.
- España. Karina (Maribel Llaudés, Jaén diciembre de 1943) era una de las artistas más populares del momento. Llevaba seis años en la cima del éxito, desde que ganara en 1965 el Festival de Mallorca con Me lo dijo Pérez y gracias a sus frecuentes apariciones en televisión. De Tony Luz es la letra de En un mundo nuevo, a la que puso música Rafael Trabucchelli (quien volvería en 1987 como compositor de No estás solo) y contó con los arreglos de Waldo de los Ríos, que fue el director de orquesta en el festival. La canción se centra en viejos tópicos filosóficos y literarios sobre la trayectoria de la vida humana y recoge términos usadísimos en la canción ligera (sueños, amor, verdad, paz, ilusión, felicidad). Destaca principalmente por su estructura musical: una breve introducción a ritmo de balada y un estribillo que se repite seis veces con creciente pegadizo ritmo de marcha. Karina versionó la canción en alemán (Wir glauben an Morgen), en francés (Un mond plus grand et plus beau), en inglés (Tomorrow I’m coming your way) y en italiano (Un mondo nuovo); y rodó una película homónima.
- Alemania. Katja Ebstein, que era unas de las artistas más pujantes del momento, con los años había de convertirse en la cantante alemana con más presencias en el Festival (tres, las mismas que el grupo Wind), y con un bagaje brillante pese a que nunca ganara: un segundo puesto en 1980 y dos terceros en 1970 y 1971, lo que la convierte en la única cantante con tres top3 de tres participaciones. Diese Welt (Este mundo) es una de las primeras canciones con cierta dimensión política del Festival. La canción, escrita por Fred Jay y compuesta por Dieter Zimmermann, es un himno ecologista muy anterior a la aparición de este movimiento y su conversión en partido político. Tuvo versión en español, francés e inglés por parte de la propia intérprete. Además, Grethe Ingmann, la ganadora de 1963, la versionó en danés.
- Reino Unido. La BBC designó a la cantante norirlandesa Clodagh Rodgers y varios jurados regionales eligieron el tema Jack in the box (Caja de sorpresas). La canción ofrece todas las características del pop británico de la época: percusión efectista, estrofas pegadizas, estribillo contagioso y en general un aire muy desenfadado; los ingredientes precisos para una interpretación festiva y festivalera, como ya se decía entonces, que quedara en la memoria de los jurados. El texto de la canción es, sin embargo, la queja de una enamorada que se siente abandonada, como un juguete en la estantería. La canción fue versionada en español (Caja de sorpresas) y en italiano (Pupazzo) por la propia cantante.
- Italia. Massimo Ranieri, solo en escena, brindó al público una interpretación intensa, casi dramática, en la que dejó claras sus dotes vocales y teatrales. Con su serio traje oscuro y su cabello informalmente peinado, parecía un adolescente vestido de mayor para una fiesta y daba una imagen juvenil, tierna, sencilla y entrañable. L’amore è un attimo (El amor es un instante) responde a los esquemas clásicos de la canzone italiana, una melódica balada de amor que comienza con un inequívoco aire napolitano en la instrumentación y que busca el efectismo tanto en la romántica dulzura de las estrofas como en el potente y enérgico estribillo. El texto habla de la fugacidad del amor; describe el deseo de una ruptura sin traumas e incluso apela a la esperanza de una nueva felicidad (Quién sabe si habrá una flor para ti bajo la nieve). Ranieri la versionó en español (“Perdón, cariño mío”), inglés, francés y alemán. El belga Louis Newfs la versionó en holandés. Como Domenico Modugno, Claudio Villa, Gigliola Cinquetti, Al Bano y Mia Martini, también Massimo Ranieri repitió como representante italiano en Eurovisión; fue sólo dos años después, en el Festival de Luxemburgo de 1973, aunque la experiencia se saldó con un resultado bastante peor.
- Suecia. El grupo Family Four cuenta con el honor de haber sido el primer cuarteto de la historia de Eurovisión. Lo integran dos mujeres (Agneta Munther y Marie Bergman) y dos hombres (Pierre Isacsson y Berndt Öst). Con las chicas en el centro y los chicos en los extremos, los suecos hicieron una actuación muy comedida que volveríamos a ver casi repetida en Edimburgo el año siguiente. Vita vidder (Extensiones blancas) promociona la belleza de los paisajes nórdicos frente a los mediterráneos y ofrece una música de aire folk potenciada en escena por las guitarras de Berndt y Pierre. Su autor y compositor es Håkam Elmqvist, que repetirá el año siguiente con otro tema defendido por el mismo grupo y con peor resultado (Härliga sommardag, 13º).
- Holanda. El dúo mixto Saskia & Serge defendió el tema Tijd (Tiempo), que trata los efectos y las causas del tiempo, su paso igual para todos y la nostalgia de quién lo valora. Saskia llevó la voz cantante, con su larga melena morena y su constante sonrisa. Serge, con melena setentera y largo gabán, tocó la guitarra y acompañó a Saskia haciendo la segunda voz.
- Finlandia. Turno para Tie uuteen päivään (Camino hacia un nuevo día), defendida por Markku Aro & Koivistolaiset, una especie de trío formado por un solista masculino y un coro de dos hermanas gemelas. Markku salió muy elegantemente vestido a interpretar una canción de las llamadas de medio tiempo, con varios ritmos dependiendo de los momentos, desde la primera estrofa más lenta, a los acompañamientos de las dos chicas del coro, que eran más moviditas. La letra trata sobre el progreso de la humanidad hacia “un nuevo día”, sosteniendo que esto no es algo que temer.
- Portugal. Tonicha cantó Menina do alto da serra (Niña de la alta sierra), una balada con Tonicha describiendo una sencilla chica de campo. Presenta a la chica como un ideal al que todos deben aspirar en sus vidas.
- Francia. Serge Lama, trajeado de azul oscuro y con melena propia de la época (muy poco agraciada, a los ojos actuales), derrochó energía y énfasis en su interpretación de Un jardin sur la terre, donde invita a disfrutar de la felicidad cuando se encuentra, sin tener que forzar el compromiso, a la vez que critica la obsesión por emparejarse (Hasta el punto de que formamos pareja con no importa quién, haciendo del lecho un campo de batalla y coleccionado corazones en vez de medallas). Alice Dona le dio forma musical de balada con estribillo un poco más ligero (en las estrofas pesa más la extensión de la letra) y Frank Pourcel dirigió la orquesta, en la penúltima de sus quince intervenciones para la delegación francesa.
- Irlanda. Angela Farrell, vestida de rosa hasta los tobillos y con una voz no demasiado potente que en algún momento flaqueó, estuvo sola en el escenario y con el maestro Noel Kelehan al frente de la orquesta. Cantó One day love (Amor de un día), obra de Donald Martin y Ita Flynn, balada sobre el dolor que causa el amante efímero, con una base musical próxima a la canción ganadora de 1970, pero menos lograda y más añeja.
- Suiza. Peter, Sue y Marc debutaron en Eurovisión en la edición de Dublín’71, y volverían, representando siempre a Suiza tres veces más, lo que supone igualar el récord del belga Fud Leclerc. El trío comienza con una bella y suave base vocal a capella, tan sólo acompañada por el rasgar de las guitarras de Peter y Marc. Como curiosidad, hay que decir que durante la interpretación en directo, la canción sobrepasó la regla de los 3 minutos máximos permitidos, aunque no por su culpa sino por que el violín de la orquesta que daba comienzo a la canción se quedó ligeramente rezagado. Como fue algo muy breve, ajeno al grupo, y en los ensayos siempre habían estado dentro del tiempo máximo, la UER no tomó ninguna medida sancionadora. Les illusions de nos vingt ans (Las ilusiones de los veinte años) es un texto de Maurice Tézé que habla de los deseos de libertad de la juventud, al que puso música el propio Peter Reber. Los jóvenes que hablan se dirigen a los mayores en una mezcla de permiso y protesta.
- Luxemburgo. La televisión luxemburguesa dio la vuelta al estilo de sus canciones y recurrió a una jovencita del país llamada Monique Melsen. La canción se titulaba Pomme, pomme, pomme (Manzana, manzana, manzana) y ofrecía un aire infantil. Jugando con la palabra “pomme” como una onomatopeya, la cual repite cuarenta y cinco veces, así como otras palabras (“viens”, “Tapis”), la canción hace referencia a la primavera y la naturaleza, en un país que es el décimo con mayor población urbana (un 92%), posiblemente intentando hacer ver que Luxemburgo no es sólo una gran metrópolis.
- Bélgica. Nicole Josy y Hugo Sigal con Goeie morgen, morgen (Buenos días, días) ganaron la preselección nacional (Canzonissima). El tema es un canto al nuevo día, a las ilusiones renovadas de cada mañana, escrito en forma de diálogo para ser interpretado por dos voces. Enferma Nicole de ictericia, Hugo Sigal rehusó cantar con otra mujer que no fuese ella, y la presencia belga en el primer festival de Irlanda corrió peligro durante algunas jornadas. Lo cierto es que a la ciudad de Dublín acudieron finalmente Lily Castel y Jacques Raymond, quien ya tenía experiencia eurovisiva (en 1963 fue décimo con Waarom).
- Yugoslavia. Tvoj dječak je tužan (Tu chico está triste) es una balada sobre la tristeza del desamor escrita por Zvonimir Golob y compuesta por Ivica Krajač, el conocido Ivan del grupo que abrió el festival de Madrid dos años atrás con Pozdrav svijetu y que sería también el autor de Muzika i ti (la canción yugoslava de 1972 defendida por Tereza Kesovija). Krunoslav Slabinac, croata nacido en 1944, llamó la atención poderosamente por su peculiar e inhabitual vestimenta en rojo y blanco así como su gesticulación.
- Austria. Musik (La música) es un tema escrito y cantado en una variante dialectal del alemán que unos llaman vienés y otros bávaro del Danubio. El texto trata de rescatar las más loables propiedades de la música a la vez que critica su conversión en mercancía (algo parecido pero con grandes dosis de burla y sarcasmo haría Austria seis años después con el tema Boom boom boomerang). La partitura constituye un medio tiempo entre la balada y el pop, con partes instrumentales muy acusadas, que le han valido la calificación de ruda, fuerte y enfática en exceso. Para Marianne Mendt, la intérprete austríaca, el hecho de cantar en vienés no fue nada casual, pues su larga y fructífera carrera está ligada a la utilización de dicho dialecto en sus canciones, hasta el punto de que se ha ganado el apelativo de “madre del austropop”.
- Noruega. Hanne Krogh, a sus quince añitos, cerró la gala, como una doncella de principios de siglo, con un largo vestido blanco, guantes y una sombrilla que cerraba, abría y no paraba de mover. La canción Lykken er (Felicidad es) describe la felicidad cotidiana, con cosas tan asombrosas como el arenque al eneldo o el diente en el vaso (la letra no tiene desperdicio).
- Malta. Malta estuvo representada por Joe Grech, un cantante de 36 años con una larga década de experiencia desde que ganara en 1960 el Festival de la Canción Maltesa. La música de la canción la compuso el propio cantante y suena por momentos a música folclórica española. La canción se llama Marija l-maltija (María la maltesa) y el texto, en lengua maltesa, es un canto a la belleza de la mujer de Malta personificada en la Marija del título a la que espera ansioso su enamorado.
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