Clasificación y comentarios |
- Luxemburgo. Anne Marie David (francesa de Àrles, 1952) era una joven cantante de carrera aún incipiente y sólo tenía veinte años en 1972. En su corto bagaje destacaba también su paso por la preselección interna francesa de 1972, donde quedó tercera con Un peu romantique. Tu te recoînnatras (Tú te reconocerás) cuenta con texto de Vline Buggy sobre la condición humana, el cual resulta muy efectivo al estar dirigido en segunda persona a cualquier receptor que le preste atención; describe situaciones cotidianas y sentimientos elementales con los que se teje la vida de cualquier ser humano. La victoria llegó gracias a los 129 puntos que dieron los dieciséis jurados, destacando los 10 de Suiza, Reino Unido y Francia; los menos generosos fueron Finlandia, Bélgica y España con sendos 6. Anne Marie David realizó versiones del tema en alemán (Du bist da), español (Te reconocerás), inglés (Wonderful dream) e italiano (Il letto del re y Non si vive di paura). En finés (Nuoruus on seikkailu) la ha cantado Katri Helena y en turco (Göreceskin kendini) Nilufer.
- España. Llega el turno de Mocedades (Amaya Uranga, Carlos Zubiaga, Roberto Uranga, Javier Garay, Izaskun Uranga y José Ipiña). Juan Carlos Calderón (Santander, 1938) compuso Eres tú, una balada para la voz solista de Amaya y las voces corales de sus compañeros. El texto es una encendida declaración de amor (tú eres agua, fuego, sonrisa, guitarra, mañana, lluvia, brisa, trigo, promesa, esperanza, poema, horizonte); la partitura se nutre de ritmos pop presentes en baladas clásicas de la época reciente, como algunas de los Beatles. Reciente estaba, por cierto, la versión que el grupo había realizado de Let it be, canción con la que Eres tú tiene probablemente más parentesco que con Brez besed, el tema yugoslavo con que Berta Ambroz representó a Yugoslavia en 1966 y que volvió a la actualidad siete años después con motivo de unas supuestas acusaciones de plagio contra Juan Carlos Calderón basadas en el parecido de los estribillos de ambas canciones. Las acusaciones, si existieron, nunca prosperaron. En las votaciones, Eres tú estuvo alternándose en el primer puesto con Tu te reconnaîtras; a falta de tres jurados iba primera, pero los puntos del Reino Unido decantaron la victoria para Luxemburgo. La que parecía que podía ser la tercera victoria de España se esfumaba en los últimos instantes y por sólo cuatro puntos. En seis años España sumaba dos primeros puestos, dos segundos y un cuarto: ha sido la mejor racha de nuestros cantantes en Eurovisión.
- Reino Unido. La BBC había puesto en marcha un sistema de selección en 1964 que perduró ininterrumpidamente hasta 1975 y que consistía en la interpretación de varias canciones por parte del mismo intérprete, seleccionado con anterioridad de manera interna. Cliff Richard fue el cantante designado internamente por la BBC para representar al Reino Unido. Ganó de manera abrumadora Power to all our friends. Creada por Guy Fletcher y Doug Flett, se inscribe en la fórmula británica exitosa de la época: percusión efectista, estrofas pegadizas, estribillo contagioso y en general un aire muy desenfadado; los ingredientes precisos para una interpretación festiva y festivalera, como ya se decía entonces, que quedara en la memoria de los jurados. El texto es un canto a la vida, al hedonismo, a la felicidad, a la amistad y al amor que incluye curiosas estampas costumbristas (el anciano que cría abejas, la anciana que hace vino, el joven que hace música, el labrador que ara en el campo, la turista que toma el sol en la playa…). Los jurados le otorgaron 123 puntos, dos menos que a Mocedades y seis menos que a Anne Marie David, así que Cliff Richard se llevó el bronce.
- Israel. Ilanit fue la elegida para el debut del país, subiendo a veinte el número de países competidores en el certamen, aunque en esta cita hubo diecisiete por las ausencias de Austria, Dinamarca y Malta. Ilanit era la estrella nacional más importante de la época y desde 1971 a 1977 recibió el premio de mejor cantante femenina del país hebreo de forma ininterrumpida. La canción Ey sham (En algún lugar) es un canto a la esperanza y la paz, a los sueños de felicidad, a la fe en un mundo mejor (En mitad de la noche aún estoy despierta / Los sueños cruzan el umbral / Es el silencio que precede a la tormenta / … / Allí, allí vi un arco iris / Allí, allí la mañana nace blanca / En algún lugar encontraremos juntos el jardín / El jardín del amor …) asuntos que serán más o menos recurrentes en las canciones israelíes. Los jurados dieron a su canción 97 puntos que la situaron en el cuarto puesto de la tabla final. Un buen debut, sin duda.
- Suecia. Los dos integrantes del dúo Nova (Claes af Geijerstam y Göran Fristorp), con guitarras, melenas, vaqueros y camisolas en amarillo y azul (como la bandera nacional), acompañados por las tres componentes del grupo The Dolls (Kerstin Dahl, Annica Risberg y Kerstin Bagge), coro de tres voces femeninas que acompañará a cuatro delegaciones en el festival de 1975, cantó You are summer (Tú eres el verano), evoca la imagen del verano como tiempo de amor y felicidad que con tanta frecuencia aparece en canciones escandinavas. Recibieron 94 puntos y ocuparon la quinta posición.
- Finlandia. Marion Rung interpretó el tema Tom tom tom, en el que habla de azulejos matutinos y ruiseñores vespertinos, de amor y felicidad, y se acompañó de batidos de palmas, abundantes sonrisas y alguna carcajada. Ofreció una imagen juvenil y desenfadada. Dirigió la orquesta Ossi Runne, quien suma 22 veces al frente de la orquesta para la delegación finlandesa entre 1966 y 1989. Con 93 puntos, y por un solo punto de diferencia con Suecia, no entró Finlandia en el top5. Se trata del mejor resultado de Finlandia en su historia hasta la victoria de 2006.
- Noruega. Los Bendik Singers (cuarteto mixto formado por dos mujeres, Anne-Karine Strøm, Ellen Nikolaysen, y dos hombres, los hermanos Bjørn y Philip Kruse) actuaron con It’s just a game y su texto bilingüe en inglés y francés acogió expresiones en otros diez idiomas (español, italiano, holandés, alemán, gaélico, serbocroata, hebreo, finés, sueco y noruego) celebrando así la nueva regla de la libertad idiomática. El texto reproduce una especie de diálogo entre hombres y mujeres acerca de la seducción amorosa, vista como un juego de habilidades no demasiado serio. Recibieron 89 puntos y ocuparon la 7ª posición de la tabla.
- Alemania. Gitte defendió Junger Tag (Nuevo día), un tema pop con aires de himno que canta al nuevo día que amanece cargado de buenas promesas. Alegre colorido en la forma y trompetas y tambores en la orquesta para cantar a la esperanza en el mañana. Obtuvo el octavo puesto con 85 puntos (en empate con Mónaco), de los cuales destacaron los 9 del jurado español. Gitte grabó versiones en danés (Unge dag), español (Nuevo sol), francés (Nouveau jour) e inglés (Hello today), además de una versión más larga trilingüe (alemán-danés-español). Cinco años después compitió en la selección luxemburguesa que ganaron las Baccara (fue tercera con Rien qu’une femme).
- Mónaco. Marie (Marie-France Dufour – Francesa de Nancy -) es invitada a representar a Mónaco con la canción titulada Un train qui part (Un tren que parte), cuyo texto sobre el viaje como alegoría de la vida es de Boris Bergman (dos años después volverá al festival como autor de Une chanson c’est une lettre) y cuya música se debe a Bernard Liamis. Suenan los primeros acordes de trompeta y Marie acomete una canción de las llamadas de medio tiempo en la que nos canta sobre una jovencita que decide coger un tren que la llevará a una vida nueva. Marie cantó con mucha entrega y sensibilidad, incluso llegando a poner la mirada perdida quizá lejana en ese horizonte al que se aproxima el tren que parte. Recibió 85 puntos y ocupó el puesto 8º.
- Portugal. José Carlos Ary dos Santos, autor de Desfolhada (1969) y Menina (1971), escribe el texto de Tourada (Corrida), la tercera de sus cuatro canciones eurovisivas (la cuarta y última será Portugal no coração en 1977), al cual le puso música el que sería su intérprete, Fernando Tordo. En una lectura literal, la canción parece describir la fiesta taurina de la corrida portuguesa (tourada), pero, más allá del sentido literal, la canción es una alegoría contra el régimen salazarista, un ataque descarado a la dictadura que se convertiría en uno de los símbolos de la lucha contra el poder vigente. La sutileza de la crítica pasó desapercibida a los censores y la canción ganó el festival portugués. Semanas después, las autoridades de la RTP se dieron cuenta del verdadero sentido de Tourada, intentaron impedir su llegada a Luxemburgo e incluso privaron de libertad durante algunos días a Fernando Tordo, pero finalmente intérprete y canción llegaron a Eurovisión. Los jurados le dieron 80 puntos que la situaron en el 10º puesto.
- Irlanda. Maxi logró un rotundo triunfo en la final nacional irlandesa de 1973. Do I dream? (¿Estoy soñando?) es una creación de Jack Brierlev y George F. Crosbie. Un texto plagado de preguntas al ser amado sobre la evidencia de la felicidad, tanto que cuesta creer que sea real (Cariño, si estoy soñando, no me despiertes / No dejes que mi sueño me abandone / Te amo y eso no es un sueño / ¿Seguirá para siempre este amor? / ¿Podremos compartir nuestras vidas juntos? / ¿Estoy soñando? ¿Estoy soñando? ¿estoy soñando?), sirve a una partitura de mayor movimiento y ritmo que lo habitual en las baladas made in Ireland, incluso para permitir que la cantante se marque un singular bailecito lateral. Con 80 puntos al final de la ronda de votaciones, Irlanda empató con Portugal en el décimo puesto.
- Suiza. Imaginemos una despedida de soltero en la que quien está a punto de casarse ha convocado a sus amigos y amigas para divertirse bebiendo y bailando sin parar, convencido de que le espera algo así como la cárcel (seré un prisionero, habré perdido mi libertad); el inminente marido asegura que está a punto de acabar su juventud y, con ella, las caricias de sus amigas (una de ellas es la Marie del título) y las noches locas con sus amigotes. No obstante, queda bien con todos porque en un momento llega a gritar ¡Viva el matrimonio!. Tal visión de la vida matrimonial, frívola y burlona, salió de la pluma de Pierre Delanoë y le puso música un joven suizo que empezaba a despuntar como cantante y compositor llamado Patrick Juvet y con la que se presentó, para cantarla él mismo, por Suiza. El tema se tituló Je vais me marier, Marie (Voy a casarme, Marie). Al final, 79 puntos y la duodécima plaza.
- Italia. Repite en el eurofestival Massimo Ranieri ahora con el tema Chi sarà con te (Quién estará contigo). La canción es una balada en la que Ranieri describe sus sentimientos y espera una fecha determinada en el calendario. Describe la presencia imaginaria de un antiguo amor, que coincide con la fecha de espera, realizando un paralelismo entre ambos amores. Massimo fue el único sobre el escenario, no se acompañó de coristas. Alcanzó 64 puntos para ser 13º.
- Holanda. Ben Cramer interpretó De oude muzikant (El viejo músico), sobre un viejo músico de las calles de París que ha caído en el olvido. Es una creación de Pierre Kartner, más conocido como el Padre Abraham, cantante, compositor y productor musical holandés que a lo largo de su vida ha realizado más de 1.600 canciones y es conocido a nivel mundial por haber compuesto temas de la serie Los Pitufos. En 2010 la TROS, cadena sucesora de la NOS en los menesteres eurovisivos, le encargará la composición de la canción para Oslo, Ik ben verliefd (Sha-la-lie), que será defendida sin suerte por Sieneke. En el clip promocional aparece Kartner con su acordeón, personificando al protagonista de la canción. Con 69 puntos la canción holandesa se vio relegada al 14º puesto, el peor de toda la década.
- Yugoslavia. Zdravko Čolič logró el triunfo en la selección nacional yugoslava con el tema Gori vatra (El fuego arde), que es un texto de Kemal Monteno sobre la llama del amor que enciende el corazón del enamorado al que él mismo puso música. Sin acompañantes en escena, Zdravko Čolič sólo contó con su potente voz y con la orquesta de la CLT. Vistió un inusitado traje rojo de grandes solapas (como las de la camisa negra que lucía debajo) y, con su larga melena semipeinada, dio una imagen bastante anticlásica. En su total de 65 puntos, destacaron por arriba el 8 del jurado español, y por abajo los tres 2 de los jurados noruego, italiano y sueco.
- Francia. Martine Clémenceau con Sans toi (Sin ti), única aportación eurovisiva de Anne Grégory (letra) y Paul Koulak (música), no se halla entre lo más granado de la trayectoria francesa. Se diría que sus creadores quisieron emular el tema ganador del año anterior hasta en el título (asuntos de desamor, balada romántica, repeticiones de frases cortas en francés). El batacazo fue inmenso: penúltima (15ª) en empate con la canción yugoslava. Sólo la edición de 1962 había visto un desastre similar. Francia recibió un total de 65 puntos.
- Bélgica. Pocos farolillos rojos cuentan con la resonancia y el valor icónico del de 1973. Los belgas Nicole Josy y Hugo Sigal fueron los menos votados por los jurados de aquella edición, pero con el correr de los años su actuación se ha convertido en una de las más queridas de los aficionados, hasta el punto de que se ganaron el derecho a estar presentes en la gala del 50º aniversario en Copenhague 2005, donde en sólo unos instantes Nicole y Hugo provocaron el delirio del público. Nicole Josy y Hugo Sigal habían conseguido la primera plaza en 1971 en la final belga y, por consiguiente, el pasaporte a Dublín. Pero una inoportuna enfermedad de Nicole obligó a la TV belga a buscarles una pareja sustituta (con el enfado razonable de Ann Christy, que había quedado segunda en dicha final nacional), así que finalemente aquel Goeie morgen, morgen fue defendido por Lily Castel & Jacques Raymond. Dos años después vuelven a presentarse y vuelven a ganar, y en esta ocasión sí pudieron usar su pasaporte a Luxemburgo. Baby baby es un diálogo sobre la fragilidad del amor que afirma, de manera un tanto ingenua, que el divorcio no es mala solución cuando el amor se vuelve sufrimiento; contiene declaraciones en varios idiomas –incluido el yo te quiero español–, y una frase para la posteridad: “Una mujer no puede hacer nada sola”. Nicole y Hugo bailaron con imposibles movimientos muy acompasados, en una interpretación sin precedentes en las diecisete ediciones anteriores. Sólo contabilizaron 58 puntos y quedaron en último lugar, lo cual le ha sucedido a la delegación belga ocho veces.
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